"Quiero que la gente entre al Ayuntamiento de Pontedeume con total confianza"
Todavía un tanto incómodo en el sillón de alcalde -no encontró una postura adecuada durante el tiempo que duró la entrevista- Gabriel Torrente Piñeiro llegó a la presidencia de la corporación municipal eumesa después de alcanzar un acuerdo con el Círculo de Opinión Eumés, partido que aporta tres de los siete concejales que formarán el equipo de gobierno del presente mandato. Torrente representa los intereses del PP en un Concello que cambió de manos como resultado del 27M. El primer edil en ésta su primera entrevista explicó que el relevo se produjo tanto por el desgaste de los "otros", léase PSOE-BNG , como por el éxito de una buena candidatura.
Militante del PP desde hace dieciséis años, entró en política con la intención de poder cambiar las cosas, y en esa dirección trabaja desde hace dos días al frente del Concello de Pontedeume. Entiende que la administración local no deja de ser un servicio público y, en este sentido, establece como básico que "la gente entre en el Concello con total confianza". Para ello no ha dudado en pedir la máxima colaboración de los funcionarios y demás personal vinculado a la administración local, a los que ha dicho que "no quiero listas de espera". Y para demostrar que el compromiso es una cuestión que afecta a todos destacó que el hecho de querer "ayudar al pueblo" fue una de las pocas consignas que ha dado a aquellos que lo acompañan en esta aventura política. Desde que juró el cargo en la sesión de investidura el pasado sábado, Gabriel Torrente está en la Alcaldía prácticamente todas las horas del día, de 8.30 a 15.00 y de 17.00 horas en adelante, según asegura. Este esfuerzo e "interés por hacer las cosas bien" es el que le lleva a pensar que lo de la dedicación exclusiva es casi una necesidad. No obstante, todavía es pronto para saber si con la de él se tramitará alguna otra. "Ahora mismo estamos más horas en el Concello que los propios funcionarios", dijo Torrente.
El alcalde también entiende que se trata de una situación eventual y necesaria para conocer el estado de las cosas y para ir cambiando el rumbo del Concello con la adopción de los primeros acuerdos. Gabriel Torrente es armador de barcos de pesca, de ahí lo del símil utilizado para indicar un nuevo tiempo.
Dentro de este paquete de medidas, según reconoció ayer, está la habilitación de aparcamientos provisionales de cara a los meses de verano. Pero ésta no será la única reforma con la que Gabriel Torrente trabaja en lo que a la circulación rodada se refiere. El primer edil eumés es consciente de que el tráfico es uno de los principales problemas que afectan a la villa, de ahí que adelante su intención de aplicar la zona azul en algunas calles y plazas del casco urbano y tampoco descarta una posible reorganización del tráfico para hacerlo más ágil. El segundo asunto más urgente que debe resolver el Concello eumés es, según su nuevo responsable local, la adaptación del Plan General de Ordenación Municipal a las observaciones planteadas por los técnicos de la Xunta. En este sentido, Gabriel Torrente argumentó que es necesario sacar adelante el plan en un plazo de dos años, como máximo, y recordó que de la planificación urbanística depende el futuro económico y social del pueblo, al tiempo que echaba la vista atrás para señalar que con el informe previo remitido hace escasos días al Concello, ya han sido dos las ocasiones en las que la Xunta ha tirado por tierra el diseño urbanístico propuesto desde la administración. "Todavía no me he puesto con este asunto, pero lo único que cabe es tirar para delante", aseveró, y pidió los cien días de rigor para comenzar a ver resultados.
Miercoles 20 de junio, El Diario de Ferrol