De la calle directos al desguace
La Policía Local de Pontedeume retira en una sola tarde cinco vehículos abandonados en la villa por sus propietarios
Un chino, un portugués y uno de As Pontes que se dejaron el coche en Pontedeume y se quedaron sin él no es el comienzo de un chiste malo. Si es usted de los que suele dejar el coche estacionado más de un mes en el mismo lugar, sepa que cuando vuelva a por él quizá ya no lo encuentre allí. La Ley de Seguridad Vial autoriza a la policía a llevárselo para no entorpecer la vía pública, y también aquellos que presentan un evidente estado de deterioro y abandono.
Conscientes o no de ello, media docena de propietarios pusieron a prueba la paciencia de las autoridades eumesas y en los dos últimos años sembraron las calles de Pontedeume de vehículos abandonados. Hasta que esta se agotó. Después de mucho tiempo de espera por la falta de un depósito oficial de automóviles, el Concello estableció un acuerdo con un desguace de Campolongo y allí fueron destinados la pasada semana estos vehículos, los primeros que se retiran en al menos quince años. En una sola tarde, la del 2 de abril, la Policía Local logró llevarse cinco de estos automóviles. La dificultad de la operación radicaba no solo en el traslado, sino en la previa localización de los propietarios de los coches. Algunos sin placa de matrícula. Otros, ingenuamente, con la documentación en la guantera. Y más de uno, de propietario extranjero.
Búsquedas extranjeras
Uno de los más complicados de localizar es un empresario chino, con domicilio social en Zaragoza, que dejó un Peugeot 406 en la Alameda eumesa hace al menos un año. Hallar el paradero se complica después de que las primeras pesquisas policiales averiguasen que la sociedad que está a su nombre tiene numerosas deudas y hay otras administraciones y entidades tras él. Para encontrar al empresario de vehículos de alquiler portugués que se olvidó su furgoneta Renault Master averiada hubo que echar mano de la Guardia Nacional Republicana del país vecino. Y también para saber el domicilio del Fiat Uno que, estacionado en la playa de Ber entorpecía unas obras en la zona. Un Volkswagen Polo que quedó en la avenida de Ferrol se ha conocido que pertenece a una empresa de As Pontes que trabajó para Fadesa en la zona y que al terminar, se lo dejó allí. Y en Souto da Vila apareció un Volkswagen Golf perteneciente a un valdoviñés que había denunciado su robo en noviembre. Un sexto vehículo que apareció en la estación de tren no fue trasladado al desguace, al llegarse a un acuerdo con el dueño para su retirada. De los demás, la Policía Local aguarda respuesta. El propietario debe autorizar la baja definitiva para proceder a su desguace. Esta vez no habrá multas, aunque podría. Simplemente, la chatarra reportará los beneficios pertinentes al negocio eumés.
El Concello consiguió un objetivo que, según el alcalde, Gabriel Torrente, se buscaba desde hace meses. «Había muchos vehículos abandonados; pasó de ser algo excepcional a ser un problema», apuntó el edil Eugenio Otero, recordando el mal estado de los coches. De momento, Pontedeume cuenta ya con seis plazas más de aparcamiento.
La Voz de Galicia