GOBERNAR CONTRA EL PP
La sentencia del 11-M se presentaba como una ocasión magnífica de atacar a Rajoy por permitir que desde el PP se pusiera en duda las conclusiones de la instrucción judicial y de los fiscales. La Ley de Memoria Histórica era una manera de dejar en evidencia que el PP está dirigido por franquistas de corazón que sacarían a relucir su clara oposición a reconocer la dignidad de las víctimas de la dictadura.
La inauguración por parte de Zapatero de tres líneas del AVE en tres días sucesivos del diciembre, a escasas fechas de la convocatoria de las elecciones generales, iba a servir para recordar a los españoles que el PSOE es el partido de la modernidad, el único que garantiza la conexión entre las grandes ciudades por trenes de alta velocidad.
Es lo malo que tiene gobernar con el único objetivo de machacar al adversario: que cuando las cosas se tuercen y el resultado no es el esperado queda en evidencia que tenemos un Ejecutivo que no toma decisiones en función del bien general, sino de su sectarismo.
Y así sucede que de hoy en adelante los portavoces socialistas van a tener muy difícil, aunque lo intentarán, demostrar, como querían, que ha quedado probado en la Audiencia Nacional que la decisión de Aznar de apoyar la guerra de Irak fue la causa de los atentados del 11-M. La impecable sentencia conocida no achaca a ningún personaje con conexiones islamistas o con Al-Qaeda ninguna vinculación con los autores materiales de la masacre.
El miércoles, el PP votó a favor de siete artículos de la Ley de Memoria Histórica cuando se presentó en el Congreso. Sin duda habrá socialistas que aún bramarán contra la intransigencia de la derecha y lo que ellos consideran lazos de los populares con el franquismo, pero sus argumentos han quedado debilitados por la realidad. Rajoy ha mandado a los suyos votar a favor de puntos esenciales de la nueva ley.
Lo del AVE se ha quedado casi en escombros. De nuevo ha quedado en evidencia que este Gobierno tiene muchísima más capacidad de propaganda que de gestión. Para que Zapatero pudiera presumir de que él inaugura las líneas de alta velocidad sin mencionar que estas se pusieron en marcha cuando gobernaba el PP le había hecho falta nombrar a un ministro/a de Fomento capaz de rematar las obras. Ahí falló. Y ahí quedó demostrado otra vez lo inútil de querer gobernar contra el PP en vez de a favor del ciudadano de la calle que vota para un lado o para otro.
Fuente: El Ideal Gallego, Curri Valenzuela
1 comentarios:
dos meus consellos escusades, pero penso que no tema do 11M ao PP mellor lle irá canto máis calado esté, bastante ridículo fixo xa...
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