«Había coches que pasaban lanzados por el centro»
El popular Gabriel Torrente tomó el mando del municipio en las últimas elecciones, en medio de un crisol de fuerzas políticas. Critica el inmovilismo, dice, de los anteriores Gobiernos y apuesta por comenzar cuanto antes la rehabilitación del centro antiguo.
-Para empezar, se ha decidido por cerrar el casco al tráfico. ¿Ha sido una buena idea?
-Al principio sabía que se iban a escuchar protestas, pero debemos adaptarnos. Todos veíamos coches que iban lanzados por algunas partes del casco poniendo en peligro a los peatones, y así, esperemos, pondremos fin a esta situación. Fuimos concienciando a la población y no hubo grandes problemas.
-¿Por qué hasta ahora no se ha abierto una oficina de rehabilitación?
-Llevamos muchos años hablando sin ofrecer soluciones. Los anteriores Gobiernos no hicieron nada. No hubo una mentalidad para asentar unas bases que puedan perdurar, al margen del color del Gobierno.
-¿Aprieta mucho la burocracia?
-A veces sí. Me parece bien que se realicen estudios concisos sobre un lugar de obras y que existan estudios arqueológicos, pero al final podemos llegar a situaciones como las que vive Pontedeume, con obras paralizadas, como las del puerto y la rotonda.
-¿Para un concello como Pontedeume el casco viejo es un problema?
-Por supuesto que no. Al contrario, es un lujo, pero debemos ser conscientes de que hay que cuidarlo. Queremos que haya un control de las personas y los vehículos para preservar el entorno. A veces es difícil tomar decisiones para apercibir a propietarios que tienen su vivienda en un estado de abandono y hay que estar muy encima de ellos, pero al final, creo, vale la pena.