"Física o Química": droga, sexo, hipocresía y realidad de un instituto
La serie marca un récord de audiencia y de polémica. ¿Son todos los profesores como Irene o como Adolfo? ¿Son todos los jóvenes como Fer o como Gorka? ¿Estamos ante un buen retrato social?
ESCÁNDALO EN TELEVISIÓN
Hacía tiempo que una serie como la de Antena 3 no provocaba tan apasionadas reacciones a favor y en contra. Con altos índices de audiencia en cualquier caso.

La famosa serie de Antena 3 ha planteado un debate que recorre las salas de profesores de toda España. ¿La vida en los Institutos españoles es así? ¿Es sólo así? Y en todo caso ¿es adecuado reflejarla así, llena de… sexo, violencia, drogas y alcohol, por ejemplo? No hay respuesta buena, o al menos no hay una sola respuesta: ni está dicho que la ficción deba reflejar la realidad, o sus partes más sórdidas, ni está prohibido que lo haga, aunque sea discutible, incómodo o molesto.
Para algunos esto es "denigrar" a los profesores o "despreciar" a los alumnos, aunque no para otros. Pero lo que nadie niega es que esas cosas que cada lunes experimentan Isaac, Fer, Julio, Paula, Jan, Gorka, Ruth, Yoli, Cova y Cabano sean parte de la realidad juvenil, y por tanto de las aulas españolas.
Escándalo, "ma non troppo"
Hace unos años, no muchos, una encuesta en la prensa local desató las preocupaciones de los bienpensantes: un alto, incluso altísimo, porcentaje de estudiantes de algunos institutos y colegios reconocía conocer las drogas, tener acceso a ellas, haberlas probado, consumirlas ocasionalmente o los fines de semana y, en no pocos casos, incluirlas en su rutina vital. Escándalo y espanto, especialmente entre quienes más lejos viven de los jóvenes pero más se llenan la boca de buenas intenciones. ¿Había razón?
Si concebimos "la droga" como un ente abstracto, sea un Mal Absoluto o sea ese juguete peligroso que nos presentan los totalmente estériles programas de supuesta prevención –mucho dinero público para nulos resultados-, no hay razón para el escándalo. El hecho es que la droga, que no es sólo una, es parte de la vida de esta sociedad. Si eso es malo, los culpables no son los jóvenes. Si les enseñamos que han nacido para ser felices, que ser felices es disfrutar de los sentidos, que su derecho inalienable, por encima de todo deber, es el placer, y que todo eso se puede comprar con el dinero que les damos abundante y que les enseñamos a considerar como supremo bien moral y excelente razón para tomar decisiones, no hay justificación para el escándalo. Aquel escándalo fue pura hipocresía.
Irene, Blanca, Jonathan, Roque, Olimpia, Félix, Clara y Adolfo: un cambio de valores
Además, qué narices: los mismos que pretendieron escandalizarse entonces, y que se han gastado millones en programas para informar a los chavales de lo que ya saben y para prevenir algo que es un grandísimo negocio para los verdaderamente poderosos, tienen una buena parte de la responsabilidad. Si sabemos que fumar hachís sistemáticamente atonta (mire usted a su alrededor, señora: verá usted atontados que viven para fumar y fuman para vivir), ¿por qué es legal? Si prohibimos que se haga en los Institutos, ¿por qué no es posible registrar a un alumno que probablemente trafique, y por qué si excepcionalmente se le atrapa y confiesa la máxima sanción es de unos días de expulsión, como si hubiese roto un cristal y encima después de un estúpido papeleo?
Usted, compañero profesor, y usted, compañero padre, pónganse de acuerdo y abran los ojos: no se quejen de una serie de televisión, quéjense más bien de las leyes y cambios que su partido aprobó y su sindicato apoyó. Ustedes han querido este cambio cultural y de valores anarcoide que Imma Tubella aplaude en nuestros jóvenes. No son delincuentes, son estudiantes de 2008; y la solución a lo que la serie refleja será cambiar la realidad, después de aceptarla, y no ocultarla, digo yo. Porque hay alumnos de la ESO que saben de esa basura más que Bob Marley y alumnas que podrían darle clases a Pier Paolo Pasolini. Aunque, por supuesto, ni de física ni de química.
Fuente: El Semanal Digital
¿Por lo tanto, que se debería cambiar? La serie refleja la realidad, están justificadas las críticas?
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